Síndrome del retorno ¿te ha pasado?

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Antes de viajar para el intercambio, se pasan algunas noches sin poder dormir a causa de la ansiedad, y con los amigos solo de habla de las expectativas y planes previos. La correría es enorme y son muchas decisiones a tomar, ocupando totalmente nuestros pensamientos.

En cuanto llegamos al destino, es común sentir una nostalgia enorme sobre casa, sentir la falta de nuestra habitación, de la comida de nuestras madres, de las reuniones con amigos. Esto se debe a las dificultades de adaptación al nuevo entorno.

Sin embargo, con el paso de los días, la experiencia fuera del país se transforma en enorme alegría, pues muchas cosas nuevas suceden, muchas conquistas y metas alcanzadas.

Nos adaptamos a las costumbres y la cultura del nuevo lugar, y pasamos a sentirnos parte de lo que sucede. Creamos lazos.

Cuando la experiencia va llegando al final, somos tomados por una mezcla de nostalgia de casa y también de toda la experiencia que acumulamos. ¿Cómo irse de un lugar que se ha convertido en parte de nuestra historia, que nos ha despertado nuevas habilidades y sentimientos?

Entonces, cuando entra en casa, parece que nada encaja. Los días pasan y extrañamente no conseguimos adaptarse al ambiente que siempre fue nuestro.

Se sabe que no está solo y que ese sentimiento es mucho más común de lo que piensa.

Incluso se ha estudiado por la neuropsiquiatra Décio Nakagawa, la cual generó el nombre: el síndrome de retorno.

La enfermedad tiene signos clásicos, como estrés, tristeza profunda, melancolía, ansiedad, preocupación excesiva con el futuro, aislamiento social y en algunos casos más severos, síndrome del pánico.

Es necesario entender que una persona que decide hacer intercambio lleva de 6 meses a 1 año para adaptarse a esta nueva rutina internacional. De vuelta al país de origen, la falta de encantamiento, de cosas nuevas, fuerza una readaptación puede durar hasta 2 años.

Lea también: Cosas que cambian cuando mudas de país

Para deshacerse del síndrome del regreso, además de buscar ayuda profesional, es importante reanudar los lazos con los amigos, convivir más con la familia y conversar sobre los sentimientos. No es bueno afrontar solo una situación de esa naturaleza.

Un camino sano para lidiar con todo esto es contar sobre las experiencias que tuvo durante el intercambio, dividir lo que aprendió, compartir lo que pasó. Participa en foros, publica tus fotos, crear un blog.

Recuerda que el objetivo del intercambio es traer beneficios para quien lo hace. Por lo tanto, concentrándose en el lado positivo de la experiencia y busca superar cualquier situación que lo aborrezca o impida aprovechar todas las conquistas y nuevas habilidades que adquirió.

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